Madrid ha sido la ciudad elegida por la ONU para acoger la 25 Conferencia de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre cambio climático (COP25) tras la renuncia de Chile por manifestaciones y disturbios que han tenido lugar en este país con motivo del alza en la tarifa del sistema público de transporte de Santiago.
La cita en la capital española tendrá lugar entre los días 2 y 13 de diciembre y se nos presenta una buena oportunidad para conocer qué opinamos los españoles sobre el cambio climático. Inauguramos por ello una serie de post sobre el tema.
Empezamos analizando los datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicados hace ahora un año, en noviembre de 2018.
Los principales problemas que tenía España hace un año, según los ciudadanos, eran:
- el paro (mencionado por el 59% como uno de los tres principales),
- l@s polític@s en general,
- los partidos y la política (31%),
- la corrupción y el fraude (29%)
- y los problemas de índole económica (22%).
Un año después, este ranking permanece invariable: los mismos problemas y en el mismo orden (alguno, como el referido a los políticos, se ha extendido aún más en este período: hasta el 45%).
¿Y, entonces, qué pasa con la cambio (crisis) climático? ¿No supone este un problema para los españoles?
Es cierto, no se encuentra dentro de las principales preocupaciones que los españoles mencionan de manera espontánea. Pero cuando se les pregunta directamente acerca de esta cuestión, aflora un extendido desasosiego al respecto.
En primer lugar, solo hay una minoría de españoles (10%) que rechace el cambio climático. La abrumadora mayoría (83%) cree que existe. Una opinión que siendo igualmente mayoritaria, está más extendida entre los menores de 35 años (90%) que entre los mayores de 65 años (73%).
¿Los responsables del cambio climático? Nosotros.
El 93% de los españoles que sí cree en la existencia del cambio climático, piensa que este es consecuencia, principalmente, de la acción de los seres humanos, de la industria, de los coches, de los gases…
Pero siempre tiene que haber esperanza. Y la hay: el 63% de quienes consideran que realmente tenemos un cambio climático cree que este es reversible, esto es, no solo que se puede parar, sino que se puede dar marcha atrás.
En este sentido, puede decirse que los españoles no somos “quietistas climáticos”, término con el que el filósofo francés Bruno Latour define en su libro Dónde aterrizar a quienes confían en que sin hacer nada, todo terminará por solucionarse.
¿Y qué cambios piensan los españoles que deberían incorporar en su día a día debido al cambio climático?
- El primero de ellos, el más extendido entre las opiniones de los ciudadanos, el reciclaje de productos como el cristal, el papel, los aceites o los plásticos: así lo afirma el 71%.
- El segundo, el control del consumo de energía en la vivienda (58%).
- El tercero, la utilización de transportes alternativos como bicicletas o transportes públicos ecológicos, entre otros (55%).
- Y en cuarto lugar, controlar el consumo de agua (53%).
Otros cambios mencionados en la encuesta registran menciones por debajo del 50%, esto es, menos de la mitad de los españoles los perciben como cambios que serían necesarios adoptar para luchar contra el cambio climático.
Ahí se ubican, entre otros, la reutilización en mayor grado de objetos como ropa y muebles (38%), la instalación de placas solares en la vivienda (36%) o el uso de vehículos eléctricos o híbridos (33%).
Un último dato para cerrar este post, ahora que estamos en época de lluvias: dos de cada tres españoles (66%) piensan que las sequías extremas o las inundaciones que han ocurrido en los últimos años en España tienen que ver, precisamente, con el cambio climático.